26 nov 2012

Fin de Bulgaria, fin de Europa

Elhovo, Bulgaria. 26 de noviembre de 2012

Mañana abandono Bulgaria, y con ello la Unión Europea y Europa como la conocemos, para ingresar a Turquía. Podría argumentarse que Turquía, o al menos esa parte de Turquía, aún es Europa pero en este momento mi imaginación dicta otra idea: mañana, al cruzar de Bulgaria a Turquía, dejaré atrás esa comunidad mayoritariamente cristiana y liberal (aunque plural y diversa) que es Europa, y entraré de lleno al vasto mundo islámico. Vislumbro a Turquía como una de las puertas más amables del mundo islámico: es una nación secular, democrática y relativamente liberal en temas sociales, que sirve de puente entre Europa, Asia Central y el Medio Oriente. En los siguientes días iré descubriendo qué tan errado o acertado estaba en estas percepciones, y lo compartiré en este espacio.

En amarillo, lo que falta. En azul y verde, lo que ya fue. Estambul, a 4 días ciclistas de distancia.


View Europe on my bike in a larger map

Mi último día en Bulgaria fue uno de contrastes espectaculares. Inicié el día pedaleando en una niebla como jamás había visto, tan densa que le daba un aspecto fantasmagórico a todos los árboles y edificios. De hecho, al salir de la ciudad de Nova Zagora (donde pasé la noche) no podía dejar de pensar en esas películas de terror (o videojuegos) donde el protagonista llega a una ciudad súbitamente abandonada, y eventualmente descubre que los habitantes siguen ahí pero ahora son zombies, o algo así... (recuerdan la saga de Silent Hill o de Resident Evil?). Aunque me preocupaba el tema de la visibilidad (que los otros vehículos me vieran), decidí que de cualquier modo iba a estar en carreteras poco transitadas, y que cuando escuchara un vehículo venir en mi dirección me "orillaría a la orilla" lo más posible. Ah, y claro -prendí mi luz roja, en modo de parpadeo para mayor visibilidad. Con estas precauciones emprendí mi camino hacia Elhovo, mi último destino en Bulgaria antes de cruzar a Turquía.

Así de pesada estaba la niebla esta mañana. La visibilidad
era inferior a 150 metros, aunque fue mejorando.

Para añadir al ambiente fantasmagórico y semi-apocalíptico, en mi recorrido por varios pueblos observé ruinas de instalaciones industriales o inclusive de residencias. Estas estructuras suelen ser vestigios de la extinta economía socialista de los países de Europa del este. El colapso de las economías centralmente planificadas de esta parte del mundo, en 1989-1991 (tras la caída del Muro de Berlín) fue muy violento, decenas de miles de empresas estatales de pronto quedaron abandonadas, y por lo mismo muchísimos nuevos desempleados migraron a otras ciudades. Por eso hasta la fecha hay tantos edificios en ruinas que alguna vez fueron fábricas, almacenes o apartamentos. Son un recordatorio de la dolorosa transición del socialismo al capitalismo que experimentó Bulgaria y otros países de la región.

¿Qué era esta estructura hace 25 años?
Vestigios de una economía extinta
Pero, luego del mediodía, el estado del tiempo mejoró súbitamente: la niebla desapareció, y en su lugar apareció el cielo azul -como no veía en varias semanas- y el sol cálido. La temperatura, que en la mañana había rondado los 0 grados centígrados, ahora se acercaba a los 10 grados. Tuve que quitarme el gorro y la segunda chamarra. Pude disfrutar los bellos paisajes de montañas rojas y campos verdes.

Paisaje del sureste de Bulgaria

Campos verdes y árboles listos para el invierno, sin hojas

Las montañas quedaron atrás

Movilidad sustentable!
Bueno, ahora estoy en Elhovo, a 25 km de la frontera turca. Mañana a esta hora estaré en Edirne, ciudad turca que durante un siglo antes de la caída de Bizancio fue la capital del Imperio Otomano. Espero no tener problemas para obtener mi visa a la llegada a Turquía (visa-on-arrival, o VOA). Se supone que si tienes una visa vigente para EUA, puedes obtener tu VOA en Turquía como ciudadano mexicano, pero si no tienes visa americana entonces la visa turca la tienes que obtener en una embajada o consulado turco. La VOA cuesta 15 Euros para mexicanos, y es válida para múltiples entradas durante 90 días.

He recorrido Bulgaria más rápido de lo que esperaba. Requerí 7 días para pedalear de Negotin, Serbia, hasta Elhovo, Bulgaria (casi en la frontera con Turquía). Paré en Vidin, Lom, Byala Slatina, Pleven, Veliko Tarnovo, Nova Zagora y Elhovo -dos noches en Vidin y Veliko Tarnovo, una en los demás lugares. Creo que el clima fue el factor determinante para que cruzara Bulgaria lo más rápido posible: no era divertido llegar a mi destino a las 3 pm, buscar un hotel, bañarme y luego descubrir que afuera ya estaba oscuro y que hacía mucho frío. Se me quitaban las ganas de salir, aunque tenía que hacerlo, para comer. En el verano, al llegar a un destino aún tenía muchas horas de luz por delante. Podía salir a explorar las ciudades, inclusive vestido con sólo una playera y shorts. Pero ahora las cosas son más complicadas, los elementos naturales me obligan a pasar mucho tiempo en mis habitaciones de hotel. El invierno no es la mejor época para viajar en bicicleta ni en Bulgaria ni en ningún otro país en latitudes templadas.

Auto-retrato en mi habitación de hotel en Nova Zagora.
Mañana me espera Turquía, me espera otra cultura, otro idioma, otra realidad emocionante y exótica. El Islam, con sus mezquitas y minaretes, sus llamados a rezar y sus mujeres con el cabello cubierto, seguramente será uno de los protagonistas de esta nueva etapa del viaje que muy pronto se verá interrumpida por la llegada del invierno, tras mi arribo a Estambul. Pero esto no se acaba aún! Vendrán más crónicas, fotos y videos, y sobre todo las reflexiones de mis más de 5 meses de viajar en bicicleta por Europa.

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