10 sept 2012

El país que no quería serlo: Bélgica

"¿Qué te viene a la mente cuando piensas en mi país, Bélgica?" le pregunta Chris, un bruxellois (nativo de Bruselas), a David, un francés con quien comparto la habitación del hostal. En un segundo, David responde: "Un país absurdo". Chris, obviamente habituado a ese tipo de respuesta, esboza una sonrisa. Yo simplemente escucho y miro, perplejo.

Mañana salgo de Bélgica. Llegué a este país hace ocho días, proveniente de Francia. Visité Brujas, Gante, Bruselas y Amberes. Es un país pequeño, y puedo decir que prácticamente lo he recorrido de este a oeste y de norte a sur, visitando sus principales ciudades. Pero aún no logro responder la pregunta: ¿Qué es Bélgica? Voy a explicar por qué.

Con una extensión similar a la del estado mexicano de Guanajuato (30 mil kilómetros cuadrados), y con una población de 11 millones, Bélgica es un lugar muy interesante. Para empezar, es una nación muy nueva  (creada en 1830) en el corazón de un continente de naciones muy viejas. Luego, es un país sin idioma propio, que está dividido en dos regiones que hablan idiomas distintos: en Flandes (Vlandereen), la región norte, se habla holandés (el idioma oficial, aunque algunos lo llaman "flamenco") y en la Valonia (Wallonie), la región sur, se habla francés. En la capital, Bruselas, se habla predominantemente francés, aunque es oficialmente una ciudad bilingüe y se ubica en la región flamenca. 

Los flamencos son culturalmente muy cercanos a los holandeses, y los valonios a los franceses. ¿Por qué, entonces, Bélgica existe como país? Es como si entre México y EUA hubiera un tercer país, habitado tanto por americanos como por mexicanos. Bueno, un belga me dijo en un hostal en Francia que Bélgica fue concebida como un búfer entre Holanda y Francia: como era territorio en disputa, decidieron convertirlo en nación independiente. No sé si es una explicación rigurosa, pero en todo caso lo dijo un belga, y los detalles de la creación de este país escapan mi conocimiento en este momento.

Abajo pueden ver un mapa de Bélgica: la región de habla holandesa (Flandes) está pintada de amarillo, la región de habla francesa (Valonia) está pintada de rojo, y Bruselas (bilingüe, francés y holandés) es el polígono naranja. En el extremo sureste de Bélgica hay una pequeña comunidad de germano-parlantes (0.70% de la población, 75 mil personas) en la región oficialmente francófona:


Amarillo: Flandes, Rojo: Valonia, Naranja: Bruselas,
Franjas rojas y azules:  localidades de habla alemana.

La división lingüística de Bélgica es cosa seria. Los flamencos y los valonios no se quieren. En los años 60 el país se dividió formalmente en las regiones que acabo de describir. En Flandes los letreros están en holandés, en Valonia están en francés, y en Bruselas están en los dos idiomas (aunque la publicidad, que refleja lo que la gente realmente habla, está casi toda en francés). Flandes es una región considerablemente más rica e industrializada que la Valonia, y esta última depende mucho del sistema de bienestar social del gobierno federal belga.

Cuando llegué a Bélgica, apenas encontré un letrero que
me daba la bienvenida a Flandes... en holandés, claro.

Entre 2007 y 2011 Bélgica estuvo sumida en una profunda crisis política, que parecía que podría resultar en la escisión (separación) de Flandes, que al parecer ya no quería seguir apoyando a sus hermanos francófonos. Estos últimos ya estaban preparados, en caso de la independencia flamenca, para unirse a Francia, convirtiéndose en la región 28 de la nación gala (con la cual la Valonia tiene tanto en común). Es decir, durante un tiempo parecía que la desaparición de Bélgica era un escenario posible: Flandes hubiera permanecido como nación independiente, y la Valonia hubiera sido anexada por Francia (las localidades de habla alemana hubieran sido absorbidas por Alemania). Pero a final de cuentas no fue necesario tomar una decisión tan drástica. Luego de 541 días sin conformar un nuevo gobierno, luego de las elecciones de mayo de 2010, en diciembre de 2011 Bélgica puso fin a su crisis política. Flandes quería mayor autonomía, y lo logró. Veremos qué pasa. Por lo pronto, Bélgica sigue siendo, más que una nación, un país dividido en dos naciones, los flamencos y los valonios.

La primera vez que vi este letero me saqué de onda. Claramente me
competía a mí (ciclista). Qué es UIT-GE-ZON-DERD? Luego averigüé
que quiere decir "excepto". O sea, que yo sí puedes transitar por ahí. Bien!

Los reyes de la cerveza

Otra cosa interesante de Bélgica es que esta diminuta nación del tamaño de Guanajuato, y de sólo 11 millones de habitantes, domina la industria global de la cerveza, y también produce -discutiblemente- las mejores cervezas del mundo. La cerveza es una de las pocas cosas que une a los flamencos y valonios: quizá no sean muy nacionalistas, pero los belgas defenderán siempre la supremacía -en cantidad y calidad- de la cerveza belga. La empresa de cerveza más grande del mundo -Anheuser-Busch InBev- es mayoritariamente belga (parcialmente brasileña) y está basada en Leuven, en Flandes, Bélgica. Esta empresa, por sí sola, controla 25% del mercado mundial de la cerveza. Y, si eres mexicano, quizá te interese saber que este año Anheuser-Busch InBev va a comprar Grupo Modelo, por nada más 20 mil millones de dólares. Será la transacción corporativa más grande en la historia de México. Los belgas serán propietarios de la marca Corona, que es la marca mexicana más conocida en el mundo. Nada más y nada menos. 

Además de tener la mayor empresa cervecera del mundo, Bélgica produce el mayor número de variedades de cerveza. Según un excelente artículo de The Economist (diciembre 15, 2011): 1131 cervezas disponibles comercialmente hasta el año pasado. Desde que estoy en Bélgica he probado muchos tipos de cerveza (es lo que uno viene a hacer aquí, no?). Las mejores son las que producen los monjes (sí, los monjes) de la orden trapista (no es broma). Sólo hay siete monasterios trapistas que producen cerveza, seis de ellos en Bélgica.

Cerveza Chimay, mi favorita. Producto
de los monjes trapistas en la ciudad homónima,
en la Valonia (sur de Bélgica).
Bélgica también es líder mundial en otros campos. El chocolate belga es quizá el mejor del mundo, junto con el suizo (pero no sé si hay forma de medir la calidad objetivamente). Bélgica también domina en el negocio de los diamantes (por siglos, Amberes ha sido la capital mundial de estas joyas) y es la cuna de las papas a la francesa (que deberían ser llamadas papas a la belga, aunque suene raro). Las ciudades belgas están llenas de tiendas de papas fritas, pero aquí nadie las come con catsup: hay una gran variedad de salsas disponibles, para aderezar las papas. La mejor que he probado es la salsa andaluz: mayonesa, catsup y pimiento. 

Pommes-1.jpg
Delicatessen belga

Pero, en mi muy humilde opinión, lo más curioso de Bélgica es la incongruencia entre lo mucho que han logrado y lo poco que se enorgullecen de su país. No me refiero sólo a la cerveza, las papas fritas, los ostiones o el bordado flamenco. No: me refiero al hecho de que Bélgica es una de las naciones más prósperas del mundo, y también una de las más cosmopolitas. Para clarificar este último punto, veamos el tema de los idiomas: los belgas hablan, en promedio, entre 3 y 4 idiomas. Muchos hablan mucho más. Todos hablan holandés, francés e inglés. Muchos otros también dominan el alemán y el español. De hecho, Bélgica es el único lugar de todo el viaje donde he hablado español con personas que no hablan español como lengua nativa. No es mi intención componer una "oda a Bélgica" en este espacio, sólo indicar que los belgas deberían ser un poco menos cabizbajos sobre su país: tienen dinero, tienen cerveza, tienen papas fritas, hablan muchos idiomas, y además Bruselas es la capital política de Europa. Poca cosa?

Ahh! Hay algo más. Bélgica le obsequió al mundo algo mucho más valioso que todo lo anterior: Tintín. Pero de eso hablaré en el siguiente post...



1 comentario:

  1. Ya me acordé que este fue otro de los temas que de repente mezclaste en Ámsterdam, me estabas hablando de lo de las papas y en eso decías algo de lo de cómo hablan tres o cuatro idiomas jajaja. Pero por lo mismo cuando te dije que no te estaba entendiendo un carajo nada más alcanzaste a balbucear "bueno lee mi blog y ahí viene". Ya me quedó claro lo que me querías explicar de Bélgica ahora sí jaja. Saludos we.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.