Tres días en Guangzhou, China

Luego de 4 días y 4 noches en Hong Kong, mi hermana y yo finalmente llegamos a Guangzhou, China el 29 de diciembre. Guangzhou es la tercera ciudad más grande de China, luego de Pekín y Shangai. Tiene casi 13 millones de habitantes y una larga historia de más de dos mil años. Es la capital de Guangdong (Canton), una provincia de mercaderes y navegantes de la cual han emigrado millones de chinos en los últimos dos siglos. Hoy en día Guangdong es la provincia china más poblada, con casi 80 millones de habitantes, y también es la tercera más rica en cuanto a Producto Interno Bruto per cápita (después de Jiangsu y Zheijang). En Guangdong se generan uno de cada ocho dólares de la economía china, la 2a segunda más grande del mundo. Y Guangzhou es la ciudad más grande de esta provincia, que cuenta con otras ciudades enormes como Shenzen (10 millones de habitantes), Dongguan (8 millones), Foshan (7 millones) y Jiangmen (4.5 millones). Todas estas ciudades están en la parte sur de Guangdong, en el delta del Pearl River, y conforman una gigantesca zona urbana de casi 40 millones de habitantes, que prácticamente cubre los 160 km que separan Hong Kong de Guangzhou. De hecho, el gobierno chino ya está trabajando para consolidar  esta mancha urbana y crear la ciudad más grande del mundo: la Pearl River Mega-City, con 42 millones de habitantes. Para 2017, esta megalópolis estará totalmente integrada (si todo sale conforme a lo planeado).

Esta ciudad tiene más rascacielos que todas las ciudades de México juntas.
El centro fue renovado para celebrar los Juegos Asiáticos en 2010

Mi hermana y yo con Huang, el host y manager del
 Guangzhou Homelike Inn

Dim sum, platillo tradicional cantonés

Históricamente Guangzhou ha sido un importante punto de contacto de China con el resto del mundo. Por ejemplo, ya en el siglo VIII era el puerto de inicio (o de fin) de la "ruta de la seda marítima", una importante ruta comercial que unía China con Europa. Guangzhou estaba tan "globalizada" en épocas remotas que fue aquí donde Abu Waqas, un tío segundo del profeta Mahoma (y uno de los primeros conversos al Islam) construyó la primer mezquita en suelo chino (y quizá en todo el lejano oriente) en el 627: la mezquita de Huaisheng. Aunque ha sido reconstruida varias veces, esta mezquita sigue en pie en el centro de Guangzhou. Desafortunadamente, sólo fieles musulmanes la pueden visitar. Mi hermana y yo quisimos entrar hoy, sin éxito. Pero en cambio pudimos comer muy rico en un restorán uigur. Los uigures son un pueblo centroasiático que tiene más en común con los kirguizos, los kazakos, o incluso con los turcos, que con los chinos Han. Habitan en una provincia noroccidental llamada Xinjiang, que representa una sexta parte del territorio total de China. Los uigures han luchado por su independencia a lo largo de varios siglos, y en 1933, cuando China comenzaba a padecer la ocupación japonesa, aprovecharon para fundar la breve República Oriental de Turquestán. Pero hasta hoy en día los uigures siguen insatisfechos con su situación en China. Muchos de ellos han migrado a las grandes ciudades del este de China para abrir negocios, como el restorán donde comí con mi hermana.

Afuera de la mezquita hay mensajes propagandísticos del gobierno chino
que enfatizan la unidad nacional entre uigures y el resto de los chinos.

Su comida es similar a la de otros pueblos centroasiáticos, incluidos los afganos. Mucha carne al carbón, particularmente cordero y pollo.

Brochetas de cordero, a 10 pesos cada una

Brochetas de pollo

Brochetas al carbón, afuera del restorán, en el estilo uigur

Aunque con menos atractivos que Shanghai o Beijing, Guangzhou es una ciudad interesante. En muchos aspectos es representativa de la nueva China. Lo ultramoderno y lo tradicional se fusionan aquí. Esta megalópolis tiene más rascacielos que todas las ciudades mexicanas juntas, y tiene un excelente Metro que pone en ridículo al del DF, pero también tiene enormes mercados milenarios donde se puede comprar y vender cualquier cosa imaginable. Un problema de la ciudad es la contaminación atmosférica, que es incluso peor que en el DF, y que envuelve permanentemente a la ciudad en una nata gris bastante densa. Pero a pesar de ello la ciudad es agradable, es bastante limpia y ordenada, y cuenta con el parque urbano más grande de China, el Yuexi Park. Guangzhou es hoy en día de vocación comercial más que industrial; es el puerto de salida de muchísima mercancía china, y es aquí donde hombres de negocio de todo el mundo negocian la compra-venta de todo tipo de productos al mayoreo. Digamos que Guangzhou es el mostrador de ese gran mercado que es China al mundo. La Canton Fair Trade, que se celebra dos veces al año (en mayo y en octubre) en esta ciudad, es la feria comercial más grande del mundo. Esta feria comercial se ha celebrado cada año desde 1957, y durante mucho tiempo fue el único evento en el que empresarios chinos podían interactuar y cerrar tratos con empresarios del resto del mundo.

La vista desde nuestra casa de huéspedes. Como la mayoría de
las ciudades del este de China, Guangzhou es muy vertical

La Torre Baiyun y uno de los recintos para eventos deportivos construido
para albergar los Juegos Asiáticos en octubre de 2010

Una plaza en el centro de la ciudad

Calle comercial 100% peatonal

La bicicleta sigue siendo un modo de transporte popular en
Guangzhou, como en otras ciudades chinas

Información práctica

Para llegar a Guangzhou desde Hong Kong, hay que tomar un tren de Hung Hom (Intercity Through Trains). El viaje dura 1 hora 45 minutos y cuesta 190 Hong Kong Dollars (HKD), unos 360 pesos mexicanos. En la dirección opuesta cuesta el equivalente en Yuan, alrededor de 175. Cruzar de HK a China mainland es como cruzar de un país a otro, así que hay que pasar por control migratorio y aduanas. Los horarios y detalles del tren de Hong Kong a Guangzhou están aquí. Puedes reservar boletos por internet, aunque también es fácil comprarlos al llegar a la estación (así le he hecho yo las dos veces que he usado este tren). Para desplazarte en Guangzhou la opción es el Metro, que es ultramoderno, limpio, rápido y totalmente señalizado en inglés. Para usarlo debes comprar tokens en máquinas digitales. El precio de los tokens varía de acuerdo a la distancia pero en general cuestan entre 2 y 6 yuan (4 a 15 pesos).

En cuanto a hospedaje, mi hermana y yo optamos por el Guangzhou Homelike Inn, una excelente opción aunque no muy barata (30 dólares la noche por 2 personas, twin bed). Nosotros reservamos la habitación a través de HostelBookers y así evitamos la comisión por servicio que cobran otros, como HostelWorld. Huang, el dueño y gerente de este "inn", hace una labor excelente al preocuparse por todos los aspectos de la experiencia de sus huéspedes. Huang de hecho nos fue a recoger a la estación de Metro cuando llegamos, y nos fue a conseguir un taxi al partir. 

Mi hermana, Huang y yo, en el Guangzhou Homelike Inn. Una habitación
sencilla cuesta desde 70 RMB (unos 150 pesos)